Y MI FORMA DE VER LA VIDA, AHORA...
Doy gracias a la vida que me ha permitido llegar a ser joven - viejo, que me ha enseñado tanto y que me deja todavía disfrutarla. Nunca pensé que quién creó la vida, lo hiciera tan generosamente para poder admirarla, sentirla y compartirla.
Qué placer haber encontrado la paz interior y mirar con paz las crispaciones de otras personas. Sin asustarme. Calmándoles.
Ahora siento que mis dos hijas e hijo tienen algo de mi, que me pueden querer, que se pueden enfadar y sobre todo que quieren crecer. Vivir conmigo o vivir a su aire. Todo ello con más respeto que nunca.
Y doy gracias de nuevo a quien dirige el Universo por permitirme disfrutar a los otros, al perro, la playa, la nieve, el jardín, la huerta... Y gracias sobre todo a mis pacientes (personas individuales, adultos o niños /as, familias y parejas) y a mi alumnado joven que con sus conversaciones, potencialidades, preocupaciones y emociones me permiten ver la vida desde otro punto de vista. Todo es relativo. Siempre aprendiendo. Disfrutando junto a ellos y ellas.
Mi gran respeto a las personas que sufriendo en sus vidas me dejan ayudarles, pues me hacen crecer como profesional y persona. De esta manera he conseguido dar un mejor sentido a mi vida. Ser más feliz.
Y además, por si fuera poco, estoy encantado de seguir sin conocer a fondo a personas con las que convivo a diario, incluida mi pareja... Así mantenemos las ganas de seguir juntos y de seguir profundizando.
Félix Loizaga Latorre